¿Quién
no ha tenido ese momento lúcido de pensar “hoy me voy a poner a dieta” y te vas
al super y te hinchas a comprar verdura que, por supuesto, luego nunca cocinas?
Pues que tire la primera piedra, por que a mi me ha pasado montones de veces.
Entonces van pasando los días y ves cómo poco a poco tus buenos propósitos se
van poniendo mustios en la nevera, y llega un punto en que tienes que hacer
algo con esa comida antes de tener que tirarla toda a la basura, y eso sí que
no, con la de pasta que te has gastado y la de niños que se mueren de hambre en
el mundo.
Lo
mejor en estos casos es coger todas esas verduras y hacerte un puré, que está
llenísimo de vitaminas y sabe increíblemente bueno.
Para
ello sólo debes lavar y picar las verduras y ponerlas a cocer en una cazuela
con agua y sal. Le puedes añadir también un poco de pimienta blanca, o algo de
aceite, mantequilla o leche.
Cuando
está todo cocido sólo hay que pasarle la batidora.
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