Yo
no se en tu casa, pero en la mía vamos acumulando el pan que se queda duro, y
que parece que nunca sabes qué hacer con él pero tampoco quieres tirarlo,
porque tirar comida es algo que no se debe hacer.
Así
que la solución es coger el pan y picarlo en migas, a ser posible pequeñas,
pero no pan rallado.
Existen
muchas recetas diferentes de migas, pero la que voy a escribir aquí es la que se
servía en mi hotel. Los ingredientes que usamos son el pan duro, ajo, cebolla,
pimiento verde y rojo (si se tiene), tomate y chorizo. Al no utilizar morcilla,
huevo, etc. y sí verduritas quedan mucho más ligeras y no tienes una digestión
de 7 horas.
En una
sartén se pone una base de aceite y el ajo picado muy pequeñito. Cuando esté
dorado ponemos la cebolla, el pimiento y el tomate bien picados. Se rehoga y se
añade el chorizo, también en trocitos muy chicos.
Cuando
la cebolla ya esté transparente se le echan las migas de pan. Para poder
cocinar las migas es necesario añadirle algún tipo de líquido para que no se
peguen. Se pueden hacer con agua, pero el ingrediente secreto es utilizar la
salmuera de las aceitunas o el líquido de los pepinillos en vinagre. El toque
que le da es lo mejor del plato, aunque es importante no pasarse puesto que si
no quedan bastante apelmazadas.
Se
le van dando vueltas constantemente para que no se peguen, más o menos unos 5
minutos, y en cuanto que veas que las migas ya se han secado y que huelen
estupendamente es que ya están listas para comer.
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