Una de las mejores formas de economizar el reciclar las sobras que te van quedando de un día para otro en la nevera, que son poquitos, suficiente ni para uno, pero que te da pena tirar. A este reciclaje mi cuñada Rocío lo llama "a ver si sale", porque a ver si sale rico o no. He de reconocer que algunas de estas aventuras culinarias no siempre terminan bien ;-)
Pero el "a ver si sale" de hoy estaba buenísimo.
Ingredientes:
- Dos salchichas bratsburg que se quedaron sin hacer en la cena de hace tres días.
- Los restos de la salsa boloñesa de la pasta de hace cuatro días.
- Los restos de las patatas y zanahorias asadas de ayer.
- Unas cuantas cebolletas mustias que había en el cajón de la verdura.
- Un trozo de chorizo que había danzando por la nevera.
- Un par de dientes de ajo.
- Un chorro de vino blanco de la botella que se quedó abierta el otro día.
- Un chorro de aceite.
Lo primero que hay que hacer es comprobar que los restos que tienes no se hayan puesto malos, que queremos reciclar comida, no terminar en el hospital con una intoxicación.
Pones una base de aceite y picas los ajos. Cuando están doraditos le pones la cebolleta picada, y después el chorizo. Cuando el choricito ya va oliendo le pones las patatas y zanahorias asadas, y las salchichas. Luego le pones la salsa boloñesa, y cuando se empieza a quedar seco le añades el vino blanco. No hace falta poner sal porque todos lo elementos o ya están cocinados con sal o tienen un sabor suficientemente sabroso como para necesitar extras.
Lo dejas unos cinco minutos a fuego medio/lento y ya está.
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